martes, 7 de mayo de 2013

SEMBLANZA DE MARIE POUSEPIN

HOLA TE INVITO A CONOCER ALGO DE MARIE POUSSEPIN,
ES UNA VIDA MUY LINDA, INTERESANTE Y LLENA DE UNA VIDA ENTREGADA A DIOS Y A LOS MAS NECESITADO.

1.       Marie Poussepin: vida y obra

BEATA MARIE POUSSEPIN: FUNDADORA DE LA CONGREGACION DE HERMANAS DE LA CARIDAD, DOMINICAS DE LA PRESENTACION DE LA SANTISIMA VIRGEN

MUJER “con fuego y amor nuevo en su corazón”

Valores:
Coraje, audacia, sentido de parroquia,
Solidaridad, honradez, responsabilidad

1. — Su nacimiento y ambiente familiar. Marie Poussepin nació el 14 de octubre de 1653 en Dourdan (Francia).Es bautizada el mismo día de su nacimiento en la iglesia de San Pedro de su villa natal. Son sus padres: Claudio Poussepin y Juliana Fourrier, Sus vecinos dicen de ellos que son honrados, personas de gran fe y muy solidarios con la parroquia y con los pobres. Marie es la hija mayor, que acoge sucesivamente el nacimiento de sus 6 hermanos (3 hombres y 3 mujeres).
Marie Poussepin nace en una familia cristiana, laboriosa y que, profesionalmente, se dedicaba a la confección de medias de seda, tejidas a mano. Marie, desde muy niña, es iniciada en la práctica de la caridad. Su madre Juliana pertenece a la “Cofradía: de la Caridad’ de San Pedro, sociedad muy activa que asiste a sus pobres y enfermos. Su madre lleva a Marie a visitar a los pobres y enfermos de dicha cofradía. En la escuela de las Hermanas de la Instrucción Cristiana, Marie completa su formación humana y su educación en la fe

2. — En la escuela de “la vida”. Claudio y Juliana dan a sus hijos un hogar profundamente  cristiano, que garantiza la armonía, la paz, el diálogo y el amor mutuo. Padres e hijos son muy estimados por la gente de Dourdan. Entre 1660 y 1675, la familia Poussepin, sufre duras pruebas, como fueron: la muerte de los abuelos y la de las tres hermanas de Marie, llamadas: Anne, Julienne y Elisabeth. Mueren, también los dos Claude mayores de Marie y su madre Juliana. Por lo mismo, quedan vivos: su padre Claudio, su hermano menor Claudio y Marie.
A Claudio, padre de Marie, que era cobrador de impuestos, un día le roban. Esta circunstancia le obliga a dejar Dourdan por algún tiempo (exiliándose en Bourges) y a ceder la administración de la fábrica de confección de medias de seda a su hija Marie. Con coraje y audacia, Marie se hace responsable de la subsistencia y educación del pequeño Claude, toma sobre si la pesada carga de la deuda de su padre, y asume la dirección de la fábrica, sin dejar el cargo de Tesorera, que tiene, en la “Cofradía de la Caridad", desde la muerte de su madre. Corre el año 1680.

3. - Empresaria solidaria y cristiana.  El año 1683 muere su padre Claudio. Marie es la directora y propietaria de la fábrica. Esta prospera rápidamente. En el 1685, llevada de su imaginación y creatividad, se propone transformar la fábrica de medias de seda. Estas no serán tejidas a mano, sino a máquina. Para ello contrata aprendices pobres, de 15 a 20 años, que les da gratis, o de acuerdo con sus posibilidades económicas, un alto y acertado aprendizaje, que sus familias deberían pagar. Compra nuevas máquinas para el taller y trae instructores competentes para enseñar su manejo. Esta “revolución industrial” da fama a la industria de tejidos de la ciudad de Dourdan, que pasa a ser la segunda más importante de Francia, después de la de  París.  La vida de Marie Poussepin, durante todos estos años, se alterna entre sus tareas de dirección de la fábrica, sus actividades caritativas y su dedicación a la parroquia.


4. - Marie renuncia a la dirección de la “fábrica familiar" y se hace “Dominica Seglar" (1689-1 695)
Tras procurar a su hermano Claude una sólida formación y de prepararlo para asumir la responsabilidad de la “fábrica”, Marie comienza a delegar en él todos los asuntos de la empresa. En 1689 ya no firma los contratos. Empieza una nueva etapa en su vida.
Hacia el 1692, el Padre. Francois Mespolié, fraile dominico, visita Dourdan. A través de su predicación, Marie entra en contacto con la “espiritualidad dominicana". Comprende que es un camino, que Dios le señala y se hace Dominica Seglar. Este acontecimiento marcará después la identidad de su “familia religiosa”. Librada de las obligaciones de la “fábrica familiar”, asume, con renovada decisión, la atención directa e inmediata a muchos pobres y enfermos de Dourdan, como miembro de la “Cofradía de la Caridad”, impulsada por el dinamismo apostólico dominicano. La crudeza del invierno de 1693-1694 causa muchas muertes en Dourdan, y hace enfermar a gran número de personas. Una de ellas, Marie Olivier, viuda sin hijos y muy pobre, llama a la puerta de Marie Poussepin para pedir el socorro de la Cofradía. Su situación era tal que Marie Poussepin no duda en acogerla en su propia casa, compartir con ella cuanto posee y
 cuidarla hasta su muerte. Este periodo de transición, que se inicia en 1689 —cuando deja la “fábrica familiar- habrá de prolongarse hasta 1695. Es una etapa de silencio, reflexión e intenso ejercicio de la caridad. Dios la prepara de ese modo para llevar adelante “sus planes” sobre ella.

5. - Sale de Dourdan, y en el humilde pueblo de Sainville acepta la “vocación” que Dios le señala: “entregar su vida al servicio de la Caridad". (1695-1696) A sus 42 años, Marie es completamente libre. Podía seguir viviendo en Dourdan la entrega a los demás. Pero ella decide, posiblemente durante el invierno de 1695-1696, ir a Sainville, pequeño pueblo a unos 17 kilómetros de Dourdan. En este pueblo, las guerras y la mala administración, habían dejado una impronta de miseria, enfermedad e ignorancia entre sus habitantes.En Sainville constata muchas miserias: “no hay escuela para las niñas, no hay nada para curar a los enfermos, la ignorancia era grande”... Marie ve en esta realidad un signo evidente de la “voluntad de Dios" sobre su vida. Es una llamada que le exige orientar ahora su mirada y toda su vida en favor de los más pobres. María responde que “SÍ” a Dios e, inmediatamente, invierte todo su patrimonio en comprar y dotar una casa, donde pronto funcionó una escuela para las niñas de Sainville. También les enseña el tejido en seda y a procurar cuidados a los enfermos. ’

6. — Marie Poussepin, FUNDADORA de las Hermanas de la Caridad,  “Dominicas de la  Presentación” El 13 de noviembre de 1697, Marie Poussepin firma un acta ante notario, en la que declara explícitamente su voluntad de FUNDAR
en Sainville “una Comunidad Dominicana para utilidad de la parroquia, para la instrucción de la juventud y el servicio a los pobres enfermos”. Marie expresa así, de manera clara, su intención de FUNDAR no una simple asociación caritativa, o un grupo de trabajo para ayudar a los pobres, sino una comunidad estable, arraigada en la espiritualidad dominicana, con una única razón de ser: anunciar a Jesucristo, por el servicio de la caridad. En esta misma acta, Marie asegura el futuro de la propiedad para la Comunidad que funda: cede la casa que ha comprado a Noél  Mesnard, su compañera más joven, especificando los fines por los cuales hace esta donación. La casa de Sainville acoge a las Hermanas de la Comunidad y, más tarde, se convierte en lugar de referencia para las que van en misión a otras parroquias. En esta casa funcionan, también, la escuela, el dispensario, los talleres donde se tejen medias, las salas de trabajo, etc.

7. - La FUNDACIÓN de Marie es “novedosa e innovadora en su tiempo”. La Fundación de Marie Poussepin es novedosa, porque no quiere ni clausura ni votos solemnes para sus Hermanas’. “Irán donde sean llamadas” para prestar allí sus servicios de caridad. Coherente con esta intuición, en el 1697 envía a dos Hermanas para que se ocupen del Hospital de Janville, población situada a 30 kilómetros de Sainville, atendiendo a la petición del Obispo de Orleans. A esta petición se suman. poco después, muchas otras. La piedad, la caridad de las Hermanas, así como la efectividad de sus servicios impulsa a los Obispos a solicitar la presencia de las Hermanas en las parroquias.
De 1697 a 1740, Marie Poussepin hace 19 fundaciones en 6 Diócesis. Las Hermanas atienden las pequeñas escuelas de los pueblos, visitan y cuidan a los enfermos, trabajan en hospitales, alientan, consuelan y están prontas para prestar cualquier servicio de caridad. Esta disposición para “ir más allá”, para “salir de las propias fronteras” marca la Comunidad desde sus orígenes por deseo expreso de su Fundadora: “La Comunidad no se limitará a guardar para sí misma los dones recibidos del cielo, sino que procurará esparcirlos con largueza y profusión". Diré, finalmente que las “Dominicas de la Presentación”, Hermanas de la Caridad, fundadas por Marie Poussepin es la primera comunidad dominicana de “vida apostólica”.
8. - Marie Poussepin vislumbra el fin de su vida (24 de Enero de 1744) Marie Poussepin enseña a las Hermanas que el “servicio de caridad" debe estar en relación directa con la intensidad de la contemplación y el anuncio de Cristo. Ella quiere llevar por todas partes el ‘conocimiento de Jesucristo y de sus misterios” y la “devoción a la Virgen María, en el Misterio de su Presentación”. “No habiéndome reservado nada, no poseo nada“, escribe Marie Poussepin, en su último testamento. Dios la hace instrumento de la “Obra de la Providencia" y ella acepta ser la SERVIDORA FIEL Y PRUDENTE de ese proyecto con la entrega incondicional de su vida y de sus posibilidades.
Ahora, 90 años después de haber iniciado el camino de la vida, Marie Poussepin vislumbra cercano el fin. En la profundidad de su fe, comprende que se acerca a la plenitud. Despojada, libre y serena, confía el gobierno de la Congregación a la hermana Agnés Revers y se entrega a la oración y al silencio. El Señor viene a buscarla a Sainville, el 24 de Enero de 1744, a la edad de 90 años y tres meses. Deja un centenar de Hermanas en 20 comunidades, repartidas por 6 diócesis.

1.       Mujer de gran coraje y sabia audacia": Con fuerte coraje se responsabiliza de llevar la Dirección de la “fábrica familiar” y de la subsistencia y educación de su pequeño hermano Claude.

2.       Mujer, al “servicio de la Caridad”. Desde muy pequeña es iniciada en el “servicio de la caridad”.

3.       Mujer “con fuego y amor nuevo en su corazón” . Es la primera en acudir a remediar las miserias que ha encontrado en el pequeño pueblo de Sainville.

4.       Mujer “abandonada en las manos de Dios”, según su Testamento. morir en la Fe católica, apostólica y romana. Y EXPRESA  no habiéndome reservado nada, no poseo nada.

5.       Marie Poussepin, “mujer  SANTA”. Porque se entregó incondicionalmente a “venerar y servir” a Cristo, vivo y presente en los pobres y en los enfermos.

LA “BEATA MARIE POUSSEPlN”

6.       Mujer de “gran fe”. Después de decir “sí” a la llamada de Dios, Ï cuando fue a Sainville y contempló la miseria, las enfermedades y la ignorancia que sus habitantes tenían de Jesús, su vida se existencializa desde la fe y por la fe. Se entrega a Dios incondicionalmente. Gasta y entrega amorosamente su vida y su patrimonio “al servicio de la caridad”. Su gran fe es la a?) que ilumina su caminar y su coraje al perder a casi toda su familia y al “fundar la PRIMERA Congregación DOMINICANA de “vida apostólica”: “Las Dominicas de la Presentación” o “Hermanas de la caridad”.

7.       Mujer de gran coraje y sabia audacia": Con fuerte coraje se responsabiliza de llevar la Dirección de la “fábrica familiar” y de la subsistencia y educación de su pequeño hermano Claude. Con evangélico coraje es @ Tesorera y responsable de la “Cofradía de la Caridad, cuando muere su madre. Con gran sabia y santa audacia renueva la “industria familiar", confeccionando medias de seda, pero no tejidas a mano, sino con nuevas máquinas y con entendidos y competentes instructores, siendo muy generosa con sus aprendices, a quienes promocionó social, religiosa y económicamente.

8.       Mujer, al “servicio de la Caridad”. Desde muy pequeña es iniciada en el “servicio de la caridad”. Su madre Juliana la lleva a visitar a enfermos de la “Cofradía de la Caridad”. Ella va  des cubriendo que Cristo está vivo y presente en todo enfermo. Ella sabe que  “todo cuando hacemos por un pobre o enfermo” se lo hacemos a Cristo. Por  eso, dejando la “fábrica familiar” se entrega por entero a “servir a Cristo en los  pobres y enfermos”. Una enferma, llamada Marie Olivier, viuda y sin hijos, llama un día a la casa de Marie Poussepin en Dourdan para pedir el socorro de la “Cofradía de la Caridad”. Marie, sin dudar un momento, le abre su casa y, sobre todo, el amor sabroso  de su corazón. La acoge en su propia casa; ’comparte con ella cuanto tiene y la cuida hasta su muerte.

9.       Mujer “con fuego y amor nuevo en su corazón” . Es la primera en acudir a remediar las miserias que ha encontrado en el pequeño pueblo de Sainville. Es pronta para amar sin condiciones. Es rápida para poner los medios para erradicar  enfermedades, miserias e ignorancias de Jesús. En todo su ser pulula un “amor nuevo” para dar soluciones a los problemas y ayudar en las necesidades. Este amor “nuevo” le impulsa a fundar, en poco más de un año, un Congregación, una Comunidad que tendrá por misión: anunciar a Jesucristo, dando testimonio del amor de Dios en el SERVICIO DE LA CARIDAD.

10.   Mujer “abandonada en las manos de Dios”, según su Testamento. Ponemos el ‘Testamento espiritual, que Marie Poussepin escribió con su puño y letra un  4 de mayo de 1737, casi siete años antes de morir. “Yo, Marie Poussepin, natural de la parroquia  de Dourdan, residente en Sainville, desde hace 42 años, queriendo prevenir todo motivo de turbación, que pudiera surgir después de mi muerte, hago hoy mi testamento y declaro mi última voluntad. Quiero morir en la Fe católica, apostólica y romana. Entrego mi alma en las manos de Dios y abandono mi cuerpo a la Divina Providencia y a aquellos que quieran tener cuidado de él. Y, como he dispuesto de todo lo que podía pertenecerme, no habiéndome reservado nada, no poseo nada. Por esto,  ruego a nuestras Hermanas de la Comunidad de Sainvilie hacerme la gracia, tan pronto como haya salido de esta vida, de hacerme celebrar treinta Misas y, después, una misa semanal a perpetuidad, por el descanso de mi alma y la de mis parientes, y de todas aquellas que me sucederán en el gobierno de la Congregación o Comunidad. Yo deseo y recomiendo, de todo corazón, a la que me suceda, mantener el celo por la instrucción de las niñas pobres, que pueden necesitarla, tanto espiritual como temporalmente, el espíritu de pobreza y ‘el amor al trabajo.
Revoco completamente cualquier otro testamento y declaración de mi última voluntad, que hubiere podido haber hecho hasta el presente, contrario a estas disposiciones. Escrito de mi puño, el cuatro de mayo de mil setecientos treinta y siete” . Marie Poussepin

11.   Marie Poussepin, “mujer  SANTA”. Porque se entregó incondicionalmente a “venerar y servir” a Cristo, vivo y presente en los pobres y en los enfermos. Porque dignificó a sus “aprendices”, tratándolos como “hijos/as” de Dios y “templos vivos de la Santísima Trinidad”. Porque fue “vela encendida” que se gastó y se consumió” por los demás, especialmente por los marginados de la villa de Dourdan. Porque en su vida: “Todo era amor y el amor lo era todo”. Porque prodigó acogida y servicio a todos los hermanos y hermanas que encontró en su vida. Finalmente, porque el día 20 de noviembre de 1994 fue solemnemente BEATIFICADA en Roma por el Papa Juan Pablo ll. _

Las Hermanas de la Caridad Dominicas de la Presentación de la Santísima Virgen, fundadas por Marie Poussepin en 1696 en Francia, se extienden por Europa, América, Asia y África, en la rica gama de culturas de los 38 países que acogen hoy la Congregación. Las hermanas, fieles al espíritu de su fundadora, conscientes de los grandes cambios en la sociedad viven al servicio de la caridad, en una diversidad de respuestas tan amplia como las necesidades del mundo. Siguen fieles al carisma de su fundadora: “para utilidad de la parroquia, para instruir a la juventud y servir a los pobres enfermos”.En escuelas, colegios, universidades como en talleres y centros de promoción y capacitación, las hermanas procuran la formación integral cristiana de niños, jóvenes y adultos, con preferencia por los más pobres; en pequeños dispensarios y centros de salud de la selva o la montaña, lo mismo que en grandes hospitales y clínicas de la ciudad, acogen la vida y la defienden, alivian el dolor, dan esperanza. Los ancianos, los niños sin hogar, los marginados sociales por la lepra, la drogadicción, la disminución psíquica saben de su entrega, de su cuidado por salvaguardar la dignidad humana que se esconde tras apariencias sin valor para el resto de la sociedad. En las grandes zonas de marginación urbana y rural del tercer mundo, como en suburbios y pueblos de emigrantes del primer mundo, las hermanas defienden los derechos humanos de los más débiles y están a su lado para compartir su suerte y luchar para lograr unas condiciones de vida más dignas. En parroquias y campos de misión, a través de medios de comunicación, en organismos del Estado o de la Iglesia son gestoras y animadoras de programas de evangelización, se hacen mediadoras del mensaje cristiano en las situaciones de trabajo y en la vida ordinaria del hombre y la mujer de nuestro mundo. Con diversidad de respuestas y en la unidad de un mismo espíritu, la Congregación fundada por Marie Poussepin: HERMANAS DE LA CARIDAD DOMINICAS DE LA PRESENTACIÓN DE LA SANTÍSIMA VIRGEN, no se aparta de la única finalidad que ella quiso darle: el anuncio de Jesucristo por el servicio de caridad.  Esta fidelidad de más de tres siglos, es prueba fehaciente de la santidad de su fundadora: la Iglesia lo reconoce oficialmente el día 20 de Noviembre de l994, en el acto solemne de su beatificación, presidido por el Papa Juan Pablo II, con el título de “Apóstol social de la caridad”.
 


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