HOLA TE INVITO A CONOCER ALGO DE MARIE POUSSEPIN,
ES UNA VIDA MUY LINDA, INTERESANTE Y LLENA DE UNA VIDA ENTREGADA A DIOS Y A LOS MAS NECESITADO.
1.
Marie Poussepin: vida
y obra
BEATA
MARIE POUSSEPIN: FUNDADORA DE LA CONGREGACION DE HERMANAS DE LA CARIDAD,
DOMINICAS DE LA PRESENTACION DE LA SANTISIMA VIRGEN
MUJER “con fuego y amor nuevo en su corazón”
Valores:
Coraje, audacia, sentido de parroquia,
Solidaridad,
honradez, responsabilidad
1. — Su
nacimiento y ambiente familiar. Marie Poussepin nació
el 14 de octubre de 1653 en Dourdan (Francia).Es bautizada el mismo día de su
nacimiento en la iglesia de San Pedro de su villa natal. Son sus padres: Claudio
Poussepin y Juliana Fourrier, Sus vecinos dicen de ellos que son honrados, personas
de gran fe y muy solidarios con la parroquia y con los pobres. Marie es la hija
mayor, que acoge sucesivamente el nacimiento de sus 6 hermanos (3 hombres y 3
mujeres).
Marie Poussepin nace en una familia cristiana, laboriosa
y que, profesionalmente, se dedicaba a la confección de medias de seda, tejidas
a mano. Marie, desde muy niña, es iniciada en la práctica de la caridad. Su madre
Juliana pertenece a la “Cofradía: de la Caridad’ de San Pedro, sociedad muy
activa que asiste a sus pobres y enfermos. Su madre lleva a Marie a visitar a
los pobres y enfermos de dicha cofradía. En la escuela de las Hermanas de la
Instrucción Cristiana, Marie completa su formación humana y su educación en la
fe
2. — En la
escuela de “la vida”. Claudio y Juliana dan a sus
hijos un hogar profundamente cristiano,
que garantiza la armonía, la paz, el diálogo y el amor mutuo. Padres e hijos
son muy estimados por la gente de Dourdan. Entre 1660 y 1675, la familia
Poussepin, sufre duras pruebas, como fueron: la muerte de los abuelos y la de
las tres hermanas de Marie, llamadas: Anne, Julienne y Elisabeth. Mueren,
también los dos Claude mayores de Marie y su madre Juliana. Por lo mismo,
quedan vivos: su padre Claudio, su hermano menor Claudio y Marie.
A Claudio, padre de Marie, que era cobrador de
impuestos, un día le roban. Esta circunstancia le obliga a dejar Dourdan por
algún tiempo (exiliándose en Bourges) y a ceder la administración de la fábrica
de confección de medias de seda a su hija Marie. Con coraje y audacia, Marie se
hace responsable de la subsistencia y educación del pequeño Claude, toma sobre
si la pesada carga de la deuda de su padre, y asume la dirección de la fábrica,
sin dejar el cargo de Tesorera, que tiene, en la “Cofradía de la Caridad",
desde la muerte de su madre. Corre el año 1680.
3. - Empresaria
solidaria y cristiana. El año 1683 muere su padre Claudio. Marie es la directora y propietaria
de la fábrica. Esta prospera rápidamente. En el 1685, llevada de su imaginación
y creatividad, se propone transformar la fábrica de medias de seda. Estas no
serán tejidas a mano, sino a máquina. Para ello contrata aprendices pobres, de
15 a 20 años, que les da gratis, o de acuerdo con sus posibilidades económicas,
un alto y acertado aprendizaje, que sus familias deberían pagar. Compra nuevas
máquinas para el taller y trae instructores competentes para enseñar su manejo.
Esta “revolución industrial” da fama a la industria de tejidos de la ciudad de
Dourdan, que pasa a ser la segunda más importante de Francia, después de la
de París. La vida de Marie Poussepin, durante todos
estos años, se alterna entre sus tareas de dirección de la fábrica, sus actividades
caritativas y su dedicación a la parroquia.

4. - Marie
renuncia a la dirección de la “fábrica familiar" y se hace “Dominica
Seglar" (1689-1 695) Tras procurar a su hermano
Claude una sólida formación y de prepararlo para asumir la responsabilidad de
la “fábrica”, Marie comienza a delegar en él todos los asuntos de la empresa.
En 1689 ya no firma los contratos. Empieza una nueva etapa en su vida.
Hacia el 1692, el Padre. Francois Mespolié, fraile
dominico, visita Dourdan. A través de su predicación, Marie entra en contacto
con la “espiritualidad dominicana". Comprende que es un camino, que Dios
le señala y se hace Dominica Seglar. Este acontecimiento marcará después la
identidad de su “familia religiosa”. Librada de las obligaciones de la “fábrica
familiar”, asume, con renovada decisión, la atención directa e inmediata a
muchos pobres y enfermos de Dourdan, como miembro de la “Cofradía de la
Caridad”, impulsada por el dinamismo apostólico dominicano. La crudeza del
invierno de 1693-1694 causa muchas muertes en Dourdan, y hace enfermar a gran
número de personas. Una de ellas, Marie Olivier, viuda sin hijos y muy pobre,
llama a la puerta de Marie Poussepin para pedir el socorro de la Cofradía. Su
situación era tal que Marie Poussepin no duda en acogerla en su propia casa,
compartir con ella cuanto posee y
cuidarla hasta su muerte. Este periodo de
transición, que se inicia en 1689 —cuando deja la “fábrica familiar- habrá de prolongarse
hasta 1695. Es una etapa de silencio, reflexión e intenso ejercicio de la
caridad. Dios la prepara de ese modo para llevar adelante “sus planes” sobre
ella.
5. - Sale de
Dourdan, y en el humilde pueblo de Sainville acepta la “vocación” que Dios le
señala: “entregar su vida al servicio de la Caridad". (1695-1696) A sus 42 años, Marie es completamente libre. Podía seguir viviendo en Dourdan
la entrega a los demás. Pero ella decide, posiblemente durante el invierno de
1695-1696, ir a Sainville, pequeño pueblo a unos 17 kilómetros de Dourdan. En
este pueblo, las guerras y la mala administración, habían dejado una impronta
de miseria, enfermedad e ignorancia entre sus habitantes.En Sainville constata
muchas miserias: “no hay escuela para las niñas, no hay nada para curar a los
enfermos, la ignorancia era grande”... Marie ve en esta realidad un signo
evidente de la “voluntad de Dios" sobre su vida. Es una llamada que le
exige orientar ahora su mirada y toda su vida en favor de los más pobres. María
responde que “SÍ” a Dios e, inmediatamente, invierte todo su patrimonio en
comprar y dotar una casa, donde pronto funcionó una escuela para las niñas de
Sainville. También les enseña el tejido en seda y a procurar cuidados a los
enfermos. ’
6. — Marie
Poussepin, FUNDADORA de las Hermanas de la Caridad, “Dominicas de la Presentación” El 13
de noviembre de 1697, Marie Poussepin firma un acta ante notario, en la que
declara explícitamente su voluntad de FUNDAR
en Sainville “una Comunidad
Dominicana para utilidad de la parroquia, para la instrucción de la juventud y
el servicio a los pobres enfermos”. Marie expresa así, de manera clara, su
intención de FUNDAR no una simple asociación caritativa, o un grupo de trabajo
para ayudar a los pobres, sino una comunidad estable, arraigada en la
espiritualidad dominicana, con una única razón de ser: anunciar a Jesucristo,
por el servicio de la caridad. En esta misma acta, Marie asegura el futuro de
la propiedad para la Comunidad que funda: cede la casa que ha comprado a Noél Mesnard, su compañera más joven, especificando
los fines por los cuales hace esta donación. La casa de Sainville acoge a las
Hermanas de la Comunidad y, más tarde, se convierte en lugar de referencia para
las que van en misión a otras parroquias. En esta casa funcionan, también, la
escuela, el dispensario, los talleres donde se tejen medias, las salas de
trabajo, etc.
7. - La FUNDACIÓN
de Marie es “novedosa e innovadora en su tiempo”. La
Fundación de Marie Poussepin es novedosa, porque no quiere ni clausura ni votos
solemnes para sus Hermanas’. “Irán donde sean llamadas” para prestar allí sus
servicios de caridad. Coherente con esta intuición, en el 1697 envía a dos
Hermanas para que se ocupen del Hospital de Janville, población situada a 30
kilómetros de Sainville, atendiendo a la petición del Obispo de Orleans. A esta
petición se suman. poco después, muchas otras. La piedad, la caridad de las
Hermanas, así como la efectividad de sus servicios impulsa a los Obispos a
solicitar la presencia de las Hermanas en las parroquias.
De 1697 a 1740, Marie Poussepin hace 19 fundaciones en 6
Diócesis. Las Hermanas atienden las pequeñas escuelas de los pueblos, visitan y
cuidan a los enfermos, trabajan en hospitales, alientan, consuelan y están
prontas para prestar cualquier servicio de caridad. Esta disposición para “ir
más allá”, para “salir de las propias fronteras” marca la Comunidad desde sus
orígenes por deseo expreso de su Fundadora: “La Comunidad no se limitará a
guardar para sí misma los dones recibidos del cielo, sino que procurará
esparcirlos con largueza y profusión". Diré, finalmente que las “Dominicas
de la Presentación”, Hermanas de la Caridad, fundadas por Marie Poussepin es la
primera comunidad dominicana de “vida apostólica”.
8. - Marie
Poussepin vislumbra el fin de su vida (24 de Enero de 1744) Marie Poussepin
enseña a las Hermanas que el “servicio de caridad" debe estar en relación
directa con la intensidad de la contemplación y el anuncio de Cristo. Ella
quiere llevar por todas partes el ‘conocimiento de Jesucristo y de sus
misterios” y la “devoción a la Virgen María, en el Misterio de su
Presentación”. “No habiéndome reservado nada, no poseo nada“, escribe Marie
Poussepin, en su último testamento. Dios la hace instrumento de la “Obra de la
Providencia" y ella acepta ser la SERVIDORA FIEL Y PRUDENTE de ese
proyecto con la entrega incondicional de su vida y de sus posibilidades.
Ahora, 90 años después de haber iniciado el camino de la
vida, Marie Poussepin vislumbra cercano el fin. En la profundidad de su fe,
comprende que se acerca a la plenitud. Despojada, libre y serena, confía el
gobierno de la Congregación a la hermana Agnés Revers y se entrega a la oración
y al silencio. El Señor viene a buscarla a Sainville, el 24 de Enero de 1744, a
la edad de 90 años y tres meses. Deja un centenar de Hermanas en 20
comunidades, repartidas por 6 diócesis.
1. Mujer de gran coraje y sabia
audacia": Con fuerte coraje se responsabiliza de
llevar la Dirección de la “fábrica familiar” y de la subsistencia y educación
de su pequeño hermano Claude.
2. Mujer, al “servicio de la
Caridad”. Desde muy pequeña es iniciada en el
“servicio de la caridad”.
3. Mujer “con fuego y amor nuevo
en su corazón” . Es la primera en acudir a remediar
las miserias que ha encontrado en el pequeño pueblo de Sainville.
4. Mujer “abandonada en las
manos de Dios”, según su Testamento. morir en la Fe
católica, apostólica y romana. Y EXPRESA
no habiéndome reservado nada, no poseo nada.
5. Marie Poussepin, “mujer SANTA”. Porque se
entregó incondicionalmente a “venerar y servir” a Cristo, vivo y presente en
los pobres y en los enfermos.
LA
“BEATA MARIE POUSSEPlN”
6. Mujer de “gran fe”. Después de decir “sí” a la llamada de Dios, Ï cuando fue a Sainville y
contempló la miseria, las enfermedades y la ignorancia que sus habitantes tenían
de Jesús, su vida se existencializa desde la fe y por la fe. Se entrega a Dios
incondicionalmente. Gasta y entrega amorosamente su vida y su patrimonio “al
servicio de la caridad”. Su gran fe es la a?) que ilumina su caminar y su
coraje al perder a casi toda su familia y al “fundar la PRIMERA Congregación
DOMINICANA de “vida apostólica”: “Las Dominicas de la Presentación” o “Hermanas
de la caridad”.
7.
Mujer de gran
coraje y sabia audacia": Con fuerte coraje se
responsabiliza de llevar la Dirección de la “fábrica familiar” y de la
subsistencia y educación de su pequeño hermano Claude. Con evangélico coraje es
@ Tesorera y responsable de la “Cofradía de la Caridad, cuando muere su madre.
Con gran sabia y santa audacia renueva la “industria familiar", confeccionando
medias de seda, pero no tejidas a mano, sino con nuevas máquinas y con
entendidos y competentes instructores, siendo muy generosa con sus aprendices,
a quienes promocionó social, religiosa y económicamente.
8. Mujer, al “servicio de la
Caridad”. Desde muy pequeña es iniciada en el
“servicio de la caridad”. Su madre Juliana la lleva a visitar a enfermos de la
“Cofradía de la Caridad”. Ella va des
cubriendo que Cristo está vivo y presente en todo enfermo. Ella sabe que “todo cuando hacemos por un pobre o enfermo”
se lo hacemos a Cristo. Por eso, dejando
la “fábrica familiar” se entrega por entero a “servir a Cristo en los pobres y enfermos”. Una enferma, llamada
Marie Olivier, viuda y sin hijos, llama un día a la casa de Marie Poussepin en
Dourdan para pedir el socorro de la “Cofradía de la Caridad”. Marie, sin dudar
un momento, le abre su casa y, sobre todo, el amor sabroso de su corazón. La acoge en su propia casa;
’comparte con ella cuanto tiene y la cuida hasta su muerte.
9. Mujer “con fuego y amor nuevo
en su corazón” . Es la primera en acudir a remediar
las miserias que ha encontrado en el pequeño pueblo de Sainville. Es pronta
para amar sin condiciones. Es rápida para poner los medios para erradicar enfermedades, miserias e ignorancias de Jesús.
En todo su ser pulula un “amor nuevo” para dar soluciones a los problemas y
ayudar en las necesidades. Este amor “nuevo” le impulsa a fundar, en poco más
de un año, un Congregación, una Comunidad que tendrá por misión: anunciar a
Jesucristo, dando testimonio del amor de Dios en el SERVICIO DE LA CARIDAD.
10. Mujer “abandonada en las
manos de Dios”, según su Testamento.
Ponemos el ‘Testamento espiritual, que Marie Poussepin escribió con su
puño y letra un 4 de mayo de 1737, casi
siete años antes de morir. “Yo, Marie Poussepin, natural de la parroquia de Dourdan, residente en Sainville, desde
hace 42 años, queriendo prevenir todo motivo de turbación, que pudiera surgir
después de mi muerte, hago hoy mi testamento y declaro mi última voluntad.
Quiero morir en la Fe católica, apostólica y romana. Entrego mi alma en las
manos de Dios y abandono mi cuerpo a la Divina Providencia y a aquellos que
quieran tener cuidado de él. Y, como he dispuesto de todo lo que podía
pertenecerme, no habiéndome reservado nada, no poseo nada. Por esto, ruego a nuestras Hermanas de la Comunidad de
Sainvilie hacerme la gracia, tan pronto como haya salido de esta vida, de
hacerme celebrar treinta Misas y, después, una misa semanal a perpetuidad, por
el descanso de mi alma y la de mis parientes, y de todas aquellas que me
sucederán en el gobierno de la Congregación o Comunidad. Yo deseo y recomiendo,
de todo corazón, a la que me suceda, mantener el celo por la instrucción de las
niñas pobres, que pueden necesitarla, tanto espiritual como temporalmente, el
espíritu de pobreza y ‘el amor al trabajo.
Revoco
completamente cualquier otro testamento y declaración de mi última voluntad,
que hubiere podido haber hecho hasta el presente, contrario a estas
disposiciones. Escrito de mi puño, el cuatro de mayo de mil setecientos treinta
y siete” . Marie Poussepin
11.
Marie Poussepin,
“mujer SANTA”. Porque
se entregó incondicionalmente a “venerar y servir” a Cristo, vivo y presente en
los pobres y en los enfermos. Porque dignificó a sus “aprendices”, tratándolos
como “hijos/as” de Dios y “templos vivos de la Santísima Trinidad”. Porque fue
“vela encendida” que se gastó y se consumió” por los demás, especialmente por
los marginados de la villa de Dourdan. Porque en su vida: “Todo era amor y el
amor lo era todo”. Porque prodigó acogida y servicio a todos los hermanos y
hermanas que encontró en su vida. Finalmente, porque el día 20 de noviembre de
1994 fue solemnemente BEATIFICADA en Roma por el Papa Juan Pablo ll. _
Las Hermanas de la
Caridad Dominicas de la Presentación de la Santísima Virgen, fundadas por Marie
Poussepin en 1696 en Francia, se extienden por Europa, América, Asia y África,
en la rica gama de culturas de los 38 países que acogen hoy la Congregación. Las
hermanas, fieles al espíritu de su fundadora, conscientes de los grandes
cambios en la sociedad viven al servicio de la caridad, en una diversidad de
respuestas tan amplia como las necesidades del mundo. Siguen fieles al carisma
de su fundadora: “para utilidad de la parroquia, para instruir a la juventud y
servir a los pobres enfermos”.En escuelas, colegios, universidades como en
talleres y centros de promoción y capacitación, las hermanas procuran la
formación integral cristiana de niños, jóvenes y adultos, con preferencia por
los más pobres; en pequeños dispensarios y centros de salud de la selva o la
montaña, lo mismo que en grandes hospitales y clínicas de la ciudad, acogen la
vida y la defienden, alivian el dolor, dan esperanza. Los ancianos, los niños
sin hogar, los marginados sociales por la lepra, la drogadicción, la
disminución psíquica saben de su entrega, de su cuidado por salvaguardar la
dignidad humana que se esconde tras apariencias sin valor para el resto de la
sociedad. En las grandes zonas de marginación urbana y rural del tercer mundo,
como en suburbios y pueblos de emigrantes del primer mundo, las hermanas
defienden los derechos humanos de los más débiles y están a su lado para
compartir su suerte y luchar para lograr unas condiciones de vida más dignas.
En parroquias y campos de misión, a través de medios de comunicación, en
organismos del Estado o de la Iglesia son gestoras y animadoras de programas de
evangelización, se hacen mediadoras del mensaje cristiano en las situaciones de
trabajo y en la vida ordinaria del hombre y la mujer de nuestro mundo. Con
diversidad de respuestas y en la unidad de un mismo espíritu, la Congregación
fundada por Marie Poussepin: HERMANAS DE LA CARIDAD DOMINICAS DE LA
PRESENTACIÓN DE LA SANTÍSIMA VIRGEN, no se aparta de la única finalidad que ella
quiso darle: el anuncio de Jesucristo por el servicio de caridad. Esta fidelidad de más de tres siglos, es
prueba fehaciente de la santidad de su fundadora: la Iglesia lo reconoce
oficialmente el día 20 de Noviembre de l994, en el acto solemne de su beatificación,
presidido por el Papa Juan Pablo II, con el título de “Apóstol social de la
caridad”.
